Joaquín O. Giannuzzi |
FINANCISTA MUERTO
Leí una vez las declaraciones de un financista.
Era lúcido, temerario, pero ahora estaba muerto.
Mi conocimiento se había enriquecido,
mi plato de sopa declinaba.
Mi conocimiento, mi sopa, mi tragedia.
Era como para contar todo el asunto
ante el sepulcro del financista.
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JOAQUÍN O. GIANNUZZI. Obra poética. Emecé. Buenos Aires, 2000. Pág. 121.