Francisco de Quevedo y Villegas |
A LA SOBERBIA Y LA HUMILDAD REFIÉRESE LO QUE DIOS HIZO CON ENTRAMBOS EN LO MENOS Y LO MÁS Y EN SÍ COMO HOMBRE Y DIOS, EFECTOS DE LA HUMILDAD DE LA SOBERBIA, VERIFICADOS EN LA VIDA DE NUESTRO REDENTOR
Tus decretos, Señor, altos y eternos,
supieron fabricar enamorados
de nada tantos cielos, y enojados
hicieron de los ángeles infiernos.
El polvo de que tú quisiste hacernos
advertidos nos tiene, y castigados,
y tus años viviste despreciados,
más solos y más pobres los más tiernos.
Cuando naciste, humilde te llevaron
mirra los reyes; mueres rey, y luego
el tributo te vuelven en bebida.
Para morir, Señor, te coronaron,
hallas muerte en palacio, guerra y fuego,
y en el pesebre reyes, paz y vida.
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FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS. Obras completas. Tomo II: Obras en verso. Estudio preliminar, edición y notas de Felicidad Buendía. Aguilar. Madrid, 6ta. edición 1967. Pág. 83.