EL DESIERTO
Demencia ardiente del desierto,
aquí donde estoy
escurriéndome entre las rocas,
en la marea brusca del sueño,
en el agónico filo del sendero.
Agua de rocas,
imprecaciones del viento
y la arena que enturbia,
reverberando en los párpados
el carnívoro éxtasis del desierto.
Más allá de mí,
más allá del fin,
la palabra no puede expresar
las formas sucesivas
irrumpiendo en los ojos.
Su condición se ha conmovido,
no alcanza a comprender
--obstinado dios que sin pausa nos recrea--
esta realidad subrepticia
devorando el alba
el jardín y su frescura
el tiempo y los afectos
el mismo desierto.
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CARLOS BUSIGNANI. Poesía reunida / 1984-2004. Del Dock. Buenos Aires, 2004. Pág. 57.
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