domingo, 26 de febrero de 2017

Un poema de Liliana Lukin

Liliana Lukin

había pronunciado palabras 
que tomaron cuerpo en otro paisaje 
y su sombra proyectaba en mí 
la posible memoria de estos días 

él pronunciaba y yo recuerdo 
y ese gesto nada significa 
a la luz de los hechos: 
hasta la disposición de los objetos 
inocua y en el fondo del cuadro 
es ahora un vago color 
el volumen que modula mi sabiduría 
acerca del pasado 

había pronunciado es una idea 
en realidad él dijo 
y yo me alimentaba de esas aguas 
con un deseo sin paz que ya olvidé 

él pronunciaba y yo recuerdo 

y ésta es la cuestión de la muerte 

- . - . - 

LILIANA LUKIN. Obra reunida / 1978-2008. Ediciones del Dock. Pez Náufrago, n° 29. Buenos Aires, 2009. Pág. 102. 

sábado, 18 de febrero de 2017

Un poema de Gonzalo Rojas

Gonzalo Rojas

JUGANDO A LOS ESDRÚJULOS 

Jugando a los esdrújulos, no fui alcohólico 
ni lúbrico, ni drogonicotínico, 
todo lo más fui lectúrico 
y por lo visto bórgico 
hasta el amanecer, un lectúrico 
sistemático y a la vez 
caótico. Todo claro: 
un mísero 
músico de once líneas; ni 
órfico, ni 
eso otro telúrico.

- . - . - 

GONZALO ROJAS. Concierto / Antología poética (1935-2003). Selección y prólogo de Nicanor Vélez. Liminar del autor. Galaxia Gutenberg / Círculo de lectores. Barcelona, 2004. Pág. 129. 

martes, 14 de febrero de 2017

Un poema de Antonio Cisneros

Antonio Cisneros

ENTONCES EN LAS AGUAS DE CONCHÁN (VERANO 1978) 

Entonces en las aguas de Conchán ancló una gran ballena. 
Era azul cuando el cielo azulaba y negra con la niebla. Y era azul. 
Hay quien la vio venida desde el Norte (donde dicen que hay muchas). 
Hay quien la vio venida desde el Sur (donde hiela y habitan los leones). 
Otros dicen que solita brotó como los hongos o las hojas de ruda. 
Quienes esto repiten son la gente de Villa El Salvador, pobres entre los pobres. 
Creciendo todo tras las blancas colinas y en la arena: Gentes como arenales en arenal. 
(Sólo saben del mar cuando está bravo y se huele en el viento.) 
El viento que revuelve el lomo azul de la ballena muerta. Islote de aluminio bajo el sol. 
La que vino del Norte y del Sur y solita brotó de las corrientes. 
La gran ballena muerta. 
Las autoridades temen por las aguas: La peste azul entre las aguas de Conchán. 
La gran ballena muerta. 
(Las autoridades protegen la salud del veraneante.) 
Muy pronto la ballena ha de podrirse como un higo maduro en el verano. 
La peste es, por decir, 40 reses pudriéndose en el mar (o 200 ovejas o 1.000 perros). 
Las autoridades no saben cómo huir de tanta carne muerta. 
Los veraneantes se guardan de la peste que empieza en las malaguas de la arena mojada. 
En los arenales de Villa El Salvador las gentes no reposan. 
Sabido es por los pobres de los pobres que atrás de las colinas 
flota una isla de carne aún sin dueño. 
Y llegado el crepúsculo --no del océano sino del arenal-- 
se afilan los mejores cuchillos de cocina y el hacha del maestro carnicero. 
Así fueron armados los pocos nadadores de Villa El Salvador. 
Y a medianoche luchaban con los pozos donde espuman las olas. 
La gran ballena flotaba hermosa aún entre los tumbos helados. Hermosa todavía. 

Sea su carne destinada a 10.000 bocas. 
Sea techo su piel de 100 moradas. 
Sea su aceite luz para las noches y todas las frituras del verano. 

- . - . - 

ANTONIO CISNEROS: Postales para Lima. Prólogo de Antonio Rabí do Carmo. Selección de Jorge Boccanera. Colihue. Musarisca. Buenos Aires, 1999. Pp. 114-115.

viernes, 3 de febrero de 2017

Un poema de Stefan George

Stefan George

PALABRAS HUYEN Y MIENTEN · 
Sólo el canto el alma mueve · 
Pero si no te alcanzara 
Se me perdone la falta 

Voy a cantar cual zagal 
Zagal de prados y pueblos · 
De salones quiero escapar 
Y de fabulosos reinos. 

¡Ríe mi amarga alegría! 
Confesar habré algún día 
Que luego te vi en sueños 
Te llevo en mi pecho dentro. 

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STEFAN GEORGE. Nada hay donde la palabra quiebra / Antología de poesía y prosa. Edición y traducción de Carmen Gómez García. Editorial Trotta. Madrid, 2011. Pág. 98.